En este retiro, exploramos cómo toda la enseñanza no dual se desarrolla a partir de un solo entendimiento: la unidad del ser. Lo mejor que podemos, entendemos y sentimos, y luego actuamos y nos relacionamos, de acuerdo con este principio único. No se requiere ninguna instrucción o práctica más que vivir de acuerdo con este entendimiento. La existencia de personas, animales y cosas individuales es una apariencia dentro de este ser, cuya realidad es un todo único e indiviso. Como tal, no hay cosas finitas, solo su apariencia. Cuando nos sentimos ansiosos o perturbados, la creencia en algo más que el ser puro está siempre presente. Esta es la creencia en dos cosas, pero todo es lo que somos, puro ser.